La Respiración Ujjayi se obtiene al contraer suavemente la glotis (un pequeño músculo a la altura de la tráquea) que provoca una respiración sonora, lenta y regular. Es un elemento esencial durante toda la práctica. Al escuchar el sonido de nuestra respiración nuestra mente se va calmando y relajando.
Las Bandas son contracciones musculares que provocan un control de la energía. Mula Banda, a la altura del coxis, consiste en contraer los esfínteres anales y Uddyana Banda es una contracción abdominal. También está Jalandara Banda a la altura de la garganta que se practica durante algunos pranayamas (ejercicios respiratorios). Al realizar las bandas estamos aumentando nuestra concentración y controlando la energía.
El Dristi ("mirada" en sánscrito) consiste en focalizar totalmente la mirada durante toda la duración de la postura. Cada postura tiene su dristi y esta concentración total de la mirada nos conduce a la meditación. También aumenta nuestra capacidad de concentración y tonifica nuestros músculos oculares siendo muy beneficioso para algunos problemas de vista. A través de estos tres elementos, la respiración ujjayi, las bandas o control de los centros energéticos y el dristi o concentración a través de la mirada vamos a aumentar nuestra capacidad de concentración durante toda la práctica y vamos a aprender a controlar nuestra energía. Nos damos cuenta, a través de la práctica, que si no estamos muy concentrados es muy difícil realizar las posturas.
El Ashtanga Yoga practicado con una correcta respiración purifica el cuerpo físico, mental y emocional. A través del cuerpo accedemos a nuestros bloqueos emocionales tomando conciencia de ellos y también tomamos conciencia de nuestros procesos mentales aprendiendo a observarlos desde el desapego, sin identificarnos con ellos. La Primera Serie (de asanas) de Ashtanga se llama también Yoga Chikitsa que significa terapia de yoga. Realizar esta práctica con asiduidad no sólo cura el cuerpo físico pero también el espíritu. Permite desarrollar e intensificar la concentración, controlando y purificando el pensamiento. A partir de entonces ya no estamos dominados por los dilemas y los conflictos. El yoga nos conduce a un estado mental más alerta, sereno y consciente. Dejamos de ser víctimas de nuestros procesos mentales y emocionales para cultivar un mayor dominio de nuestra mente. Al ganar dominio también ganamos libertad.
Nei Dromi